¿Qué libros recuerdas con gratitud?
Creo que un libro que me hizo ver la literatura de
un modo distinto fue Sobre héroes y
tumbas. También Pedro Páramo, Herzog, El pozo, varios cuentos de Felisberto Hernández, entre otros.
¿Cuál es tu mayor
virtud?
La mentira.
¿Cuáles son tus
películas favoritas?
Mulholland drive, Cinema
Paradiso, Pulp fiction.
¿Qué canciones
relacionas con momentos importantes de tu vida?
Hay demasiadas. Por ejemplo, si escuchara por casualidad algún tecno, me
remito automáticamente a mi pubertad. O algunas salsas de Héctor Lavoe me
recuerdan a un viejo amor de mi etapa escolar. O quizás, si escuchara ahora Eu sei que vou te amar, en la versión de
Caetano Veloso, recodaría mi última decepción amorosa. Pero hay muchos
más.
¿Cuál es tu superhéroe
favorito?
No sé, hubo bastantes, ahora ya no admiro a ninguno, pero recuerdo
particularmente que de niño veía He-man y jugaba a imitarlo.
¿Si fueras un personaje
literario quién te gustaría ser?
Eladio Linacero o Moses Herzog.
¿En qué has gastado más
de lo debido?
En libros, en alguna mujer, en ciertos excesos.
¿Qué talento te gustaría
tener?
La música y la poesía. Siendo joven intenté lo primero, pero nunca lo
hice con constancia, por eso no funcionó. Lo otro lo hice muy mal, tanto que me
di cuenta desde el comienzo que no servía para eso; siento que soy un poeta
frustrado.
¿Quién o quiénes son tus
cantantes favoritos?
No tengo un cantante favorito. En general sé apreciar géneros distintos y
por ende a los mejores representantes de cada uno. No sé, por decir algunos
nombres, Edith Piaf, Caetano Veloso, Héctor Lavoe, Satchmo, Manu Chao, Spinetta,
y un largo etcétera.
¿Cuál fue el mejor
concierto al que asististe en tu vida?
He asistido a tan pocos que prefiero no mencionar ninguno.
¿Cuál es tu comida
favorita?
Ají de gallina, tallarines verdes, tiradito, parihuela, etcétera.
¿Cuáles son los lugares
románticos que te traen gratos recuerdos?
En Lima, la Plaza San Martín una noche de ‘’lluvia’’, el bar Munich; en Guayaquil, el barrio de
Las Peñas.
¿De qué te sientes
verdaderamente orgulloso?
De ser padre. Eso ha sido lo mejor.
¿Qué dibujos animados recuerdas con nostalgia?
Calabozos
y dragones, Los Thundercats y El rey Arturo.
Si hubiera una reunión y te pidieran a tres invitados importantes,
¿a quiénes elegirías?
Quisiera que la lista fuera
más larga, pero básicamente invitaría a mis dioses literarios o artísticos: J.C.
Onetti, William Faulkner, David Lynch, Woody Allen, etc.
¿Cuál ha sido tu mayor extravagancia?
No sé, quizás muchas de las cosas que hago para muchos se pueden
considerar extravagancias o poserías, pero las hago y punto, no tengo que
justificárselas a nadie. Recuerdo que el año pasado en la presentación del
libro de un amigo, hicimos algo extravagante. Yo salí con un sombrero gigante
que era como una piñata llena de marihuana y cocaína. El público al final
reventó la piñata y se llevaba la merca. Lo triste para ellos fue que los
‘’paquetitos’’ traían yerba buena y sal, no drogas.
¿Qué libros te gustaría
recibir el día de tu cumpleaños?
Las obras completas de Juan Carlos Onetti, editorial Galaxia Gutemberg.
Soñar no cuesta nada.
¿Alguna vez robaste un
libro?
No directamente, pero colaboré en el robo de algunos.
¿Cuáles son tus flores
favoritas?
Supongo que los girasoles. Si debía escoger una flor para obsequiársela a
una mujer, generalmente optaba por esa.
¿De no haber sido poeta,
escritor o artista plástico, qué crees que hubieras sido?
Músico. Eso hubiera querido ser. Y hacer fusión. O quizás también hacer
diseño. No se me ocurren más cosas.
Armando Alzamora (Lima, 1982): Estudió literatura en la Universidad
Nacional Federico Villarreal. Publicó el libro de relatos Un perro yonqui. Actualmente codirige la revista EGOísmo.
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