miércoles, 15 de febrero de 2012

Ha sido inevitable volver

Ha sido inevitable volver. Ha sido inevitable tajar el carboncillo virtual en esta pequeña aldea computarizada que resulta el mundo de los blogs, los facebook y los twitter. Ha sido inevitable penetrar sobre esta horda de famosos de 140 caracteres que me rodean para decir esta boca es mía. Ahora más que nunca, ahora que la gente da rebuznos en las redes sociales, que escribe con los pies y que se escuda en el estólido y literario pretexto de no importarle la forma sino el fondo porque para formas están los desfiles de Miss Universo y San se acabó.  
Ha sido inevitable volver, digo, con la intención no de aportar el granítico comentario de mi granito de arena o el modesto y muchas veces reciclado comentario, léase refrito, que señalan los blogs que la gente que escribe blogs, lee antes de escribir, por miedo a decir lo que realmente piensan o porque finalmente no tienen otra cosa que hacer que repetir lo que dicen los “grandes” para sentirse un poquito como ellos desde sus palacios de cristal, desde sus cuatro tristes paredes o desde su cubil felino, pero sin Chitara y sin espada del augurio. Ha sido inevitable volver para decir que mi problema con los blogs es que son infinitamente mediáticos y hablan de lo que hay que hablar. Es decir, de tal o cual tema, y los blogger, onagros del siglo XXI, que son por decirlo de alguna manera los responsables de la buena pluma, los diferentes sobre la cancha, cada vez escasean más, cada vez se mediatizan más, y son, los pocos que aún quedan, los que escriben pésimo, tomando lo más mediático posible de la palestra para empezar su carnaval y aplicar su cultura del apana’o, del callejón oscuro, de la indirecta fácil y huidiza. Eso finalmente agrada a esa otra horda de lectores que pueblan la blogósfera y están ansiosos de puyas y cocachos.   
La fórmula es sencilla. Si quieres que te lean, habla de lo que sea pero habla mal, no importa de quién, solo habla mal, no te detengas en argumentar tus ideas, agarra el rifle, apunta y dispara. Total, hoy es más fácil gracias a las redes sociales tener menos amigos de lo que uno cree tener.
Este blog titulado "A vista de pájaro", tratará de darle una lectura personal y peculiar a todo aquello que capture desaforadamente mi atención. No diré el comentario de me gusta porque me gusta y se acabó, a tamaña soberbia no he llegado aún. A cambio de eso, haré algo que aprendí que no es otra cosa que elaborar argumentos y será con argumentos como sustente mis opiniones.  
Ha sido inevitable volver después de no sé cuántos meses, después de haberme alejado involuntariamente de mi anterior blog y me alegra en el fondo saber que aquí podré escribir de esto y aquello, pero sobre todo de cine y sobre todo de libros, de todo aquello en realidad que tenga que ver con el fondo y por qué no con la forma.
Ahora que saben que ha sido inevitable volver. Pasen todos, están invitados A vista de pájaro. 

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