domingo, 5 de mayo de 2013

EL SILLÓN VOLTAIRE DE ARMANDO ALZAMORA


¿Qué libros recuerdas con gratitud?
Creo que un libro que me hizo ver la literatura de un modo distinto fue Sobre héroes y tumbas. También Pedro Páramo, Herzog, El pozo, varios cuentos de Felisberto Hernández, entre otros.
¿Cuál es tu mayor virtud?
La mentira.
¿Cuáles son tus películas favoritas?
Mulholland drive, Cinema Paradiso, Pulp fiction.
¿Qué canciones relacionas con momentos importantes de tu vida?
Hay demasiadas. Por ejemplo, si escuchara por casualidad algún tecno, me remito automáticamente a mi pubertad. O algunas salsas de Héctor Lavoe me recuerdan a un viejo amor de mi etapa escolar. O quizás, si escuchara ahora Eu sei que vou te amar, en la versión de Caetano Veloso, recodaría mi última decepción amorosa. Pero hay muchos más. 
¿Cuál es tu superhéroe favorito?
No sé, hubo bastantes, ahora ya no admiro a ninguno, pero recuerdo particularmente que de niño veía He-man y jugaba a imitarlo.
¿Si fueras un personaje literario quién te gustaría ser?
Eladio Linacero o Moses Herzog.
¿En qué has gastado más de lo debido?
En libros, en alguna mujer, en ciertos excesos.
¿Qué talento te gustaría tener?
La música y la poesía. Siendo joven intenté lo primero, pero nunca lo hice con constancia, por eso no funcionó. Lo otro lo hice muy mal, tanto que me di cuenta desde el comienzo que no servía para eso; siento que soy un poeta frustrado.  
¿Quién o quiénes son tus cantantes favoritos?
No tengo un cantante favorito. En general sé apreciar géneros distintos y por ende a los mejores representantes de cada uno. No sé, por decir algunos nombres, Edith Piaf, Caetano Veloso, Héctor Lavoe, Satchmo, Manu Chao, Spinetta, y un largo etcétera.
¿Cuál fue el mejor concierto al que asististe en tu vida?
He asistido a tan pocos que prefiero no mencionar ninguno.
¿Cuál es tu comida favorita?
Ají de gallina, tallarines verdes, tiradito, parihuela, etcétera.
¿Cuáles son los lugares románticos que te traen gratos recuerdos?
En Lima, la Plaza San Martín una noche de ‘’lluvia’’, el bar Munich; en Guayaquil, el barrio de Las Peñas.
¿De qué te sientes verdaderamente orgulloso?
De ser padre. Eso ha sido lo mejor.
¿Qué dibujos animados recuerdas con nostalgia?
Calabozos y dragones, Los Thundercats y El rey Arturo.
Si hubiera una reunión y te pidieran a tres invitados importantes, ¿a quiénes elegirías?
Quisiera que la lista fuera más larga, pero básicamente invitaría a mis dioses literarios o artísticos: J.C. Onetti, William Faulkner, David Lynch, Woody Allen, etc.
¿Cuál ha sido tu mayor extravagancia?
No sé, quizás muchas de las cosas que hago para muchos se pueden considerar extravagancias o poserías, pero las hago y punto, no tengo que justificárselas a nadie. Recuerdo que el año pasado en la presentación del libro de un amigo, hicimos algo extravagante. Yo salí con un sombrero gigante que era como una piñata llena de marihuana y cocaína. El público al final reventó la piñata y se llevaba la merca. Lo triste para ellos fue que los ‘’paquetitos’’ traían yerba buena y sal, no drogas.
¿Qué libros te gustaría recibir el día de tu cumpleaños?
Las obras completas de Juan Carlos Onetti, editorial Galaxia Gutemberg. Soñar no cuesta nada.
¿Alguna vez robaste un libro?
No directamente, pero colaboré en el robo de algunos.
¿Cuáles son tus flores favoritas?
Supongo que los girasoles. Si debía escoger una flor para obsequiársela a una mujer, generalmente optaba por esa.
¿De no haber sido poeta, escritor o artista plástico, qué crees que hubieras sido?
Músico. Eso hubiera querido ser. Y hacer fusión. O quizás también hacer diseño. No se me ocurren más cosas.

Armando Alzamora (Lima, 1982): Estudió literatura en la Universidad Nacional Federico Villarreal. Publicó el libro de relatos Un perro yonqui. Actualmente codirige la revista EGOísmo

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